sábado, 24 de julio de 2010

Prólogo del libro de poemas "Venganza de la manzana", de Alicia Partnoy


Una mujer que sobrevive en el infierno del centro clandestino de detención por su poesía. Alicia Partnoy escribe, y su resistencia está en la palabra. Dicha en recitales de arte en las duchas de la prisión. Recordada en las noches en las que tiene miedo. Y no sobrevive sola. Sino que comparte la resistencia y dignidad que da la poesía, como el pan, como el agua imprescindible. Poesía subversiva. Porque altera y modifica la prohibición del estado terrorista argentino en su última dictadura militar.

Y dicen que después del espanto no se puede escribir poesía.

Venganza de la manzana no es sólo un libro de poemas, es la palabra desnuda que crea instantes de luz en la oscuridad de los muros carcelarios, y los atraviesa. Es ese abrazo que llega más allá de la piel. Esa voz que logró sobrevivir -por quién sabe qué extraño designio- para contar que se puede vengar la tristeza. Y que los milicos iban a ser ahogados “en el dulce jugo de la sidra nacional”.

Venganza de la manzana, nos muestra que las manzanas podridas no estaban podridas, sino enteras, jugosas, dulces. Con la piel con urgencia de amar, de convertir este mundo en otro mundo posible, con buena semilla. Y que el acto de escritura es un hecho político.

Alicia Partnoy denuncia, con firmeza y ternura -que no supo perder- porque no era sólo su voz, sino la voz de una generación -la suya-. Mujeres y hombres convencidos que la salvación no era individual, sino colectiva.

¿Por qué es importante que Venganza de la manzana sea editado en el lugar de origen de su autora?. Porque las manzanas –frutos y semillas- son de estos sures. Y fermentan en cada recuperación de la memoria, en cada reivindicación, en cada poema de este libro.

Alumbradora palabra testimonial, la de Alicia Partnoy. Poesía abridora de surcos. Manzanas nuevas nacen en los ojos que la saben mirar, resignifican tiempos, gestos, sueños. Manzanas sureras vengan la tristeza -“Allí empezó la cosa”- (nos dice Partnoy en “Datos biográficos”). Resisten. Dan cuentas de poner el cuerpo, el alma y el sol (como escribió Vallejo). “Ya va a venir el día”.

Pienso en el viento de Bahía Blanca que cala los huesos. Bahía Blanca-Huecuvú Mapú (la tierra del diablo la llamaron nuestros mapuches-tehuelches por las ásperas condiciones climáticas). Tierra en donde las palabras de Venganza de la manzana unen la piel al hueso. Cuerpo de las palabras sin rodeos. El viento recoje voces. Las multiplica. Llegan las manzanas, anuncian tiempos de luz. Cada semilla destella en estas páginas.

Ha venido el día.


Natalia Molina


El blog de la editorial que publicó el libro es: Hemisferio Derecho Ediciones

Haz click acá para leer poemas de Alicia Partnoy y las gacetillas de prensa de las presentaciones del libro.

1 comentario:

eduardo dijo...

¡ Y dicen que despues del espanto no se puede escribir poesia ¡