Carolina Moreno va al ras del silencio, de la palabra, de la pasión, de la poesía. Al ras del deseo, la vida.
Tiene 20 años, nació en Bahía Blanca. Comenzó a escribir a los 10 años, por las noches, antes de ir a dormir. Desde ese momento no dejó de escribir y de leer.
Su poesía ahonda en la pasión como forma de vida, indisoluble del arte. La vida es arte para Carolina Moreno, y viceversa.
La lectura de Al ras increpa, desnuda, equilibra claroscuros de la vida misma. La música de su sangre joven, el caos y la belleza de ser mujer. No pasa desapercibida, como una flor de loto en el medio de una ciudad ventosa, con la nostalgia del mar.
No hay límites en su voz poética, porque su compostaje es el deseo. Cuerpo rojo cósmico y terreno. “El deseo es un animal todo vestido de fuego”, como escribe Juan Gelman. En la poesía de Caro Moreno, ese animal incendia la mirada, con el elemento ígneo que prima en los rituales de las magas. Mujeres ancestrales que la habitan. La naturaleza de esas voces que confluyen en el cuerpo de la escritura.
Caro Moreno le hace bien a la poesía, y la poesía le hace bien a ella. En un doble juego de espejos que resignifican las distintas lecturas de Al ras.
Al ras de puede leer de corrido, de atrás para adelante, mezclando poemas. Siempre tendrá otro color, gamas, matices para descubrirlo, y descubrir a esta mujer poeta que me ganó el corazón con su actitud de vida y su poesía.
Me trae resabios de mis 20 años, hecho que me impacta y alegra. Se lo agradezco, y los invito a entrar en su palabra.
Natalia Molina.
Reseña leída en la presentación del libro de poemas “Al ras”, de Carolina Moreno, en
XXXI
Cómo me golpeas
y sacudís entre tus puertas
envidiando mi mar
que te ahoga.
Si no existen más remedios
si sólo los atajos
recorren las calles en tu boca
interrogando a tus labios.
No hay mareas más hermosas
no hay un libro de piel
que las resista
porque
el río de tinta
no encierra mis gritos...
los acelera.
Porque los vuelos queman
pero no incendian
no incineran mis poros
no llenan de tumbas mis piernas.
NO consiguen erradicar
tus pies de mi cintura
NO soy un caballero
en tierras expuestas.
Aspiro el aire
llenándome
soltando mi cabeza
por sobre
las líneas.
La tinta no encierra mis gritos
los acelera.
La sangre en tu cama
rodeada de niños
no logra llorar.
La tierra no es sólida
cuando nos eriza la piel.
Nos hundimos en los hierros
fundidos en tu desierto.
Nos miramos
solitarias
rodeadas de natalidad
y de muerte.
NO sigo tus pasos
(las sombras corren)
porque miro hacia atrás
y me detengo
porque veo tus fuegos
y me enciendo
y me hago pedazos
en
cada verso
como un vaivén
que aumenta el ritmo
sólo para rearmarse.
//El pájaro susurra
entre mis cuerdas
y despliega sus lágrimas
sobre mis alas húmedas//
Tan siniestro es el olor
al fracaso
hoy te encuentro muerta
mañana no sos.
Hoy son tus hijos.
//mañana no sos//.
NO son sólo huesos los
que coronan mi
espalda.
Caro Moreno, Al ras, Libros en Colectivo, Colección Rebelda, Bahía Blanca, 2009.
El blog de la editorial es: http://colectivoeditor.blogspot.com/
Reseña publicada en el nro. 5 de Esto no es una revista literaria
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